Las personas mayores todos tenemos claro que se merecen lo mejor para ellos, por lo que en el caso de que en casa no se les puedan brindar los cuidados necesarios, lo mejor es optar por una residencia para la tercera edad que pueda cubrir todas las necesidades que puedan tener. En este sentido conviene visitar algunos centros y estar seguro de la debida profesionalidad de los empleados antes de optar por una residencia.
Elegir una residencia de ancianos es vital y para ello hay que tener todas las garantías, debiendo darnos todo tipo de confianza y tranquilidad. Entre los puntos que no hay que pasar por alto como nos dicen los expertos de la residencia San Vital que llevan años de experiencia en el sector, cuando elijamos residencia para la tercera edad están algunos como estos:
- La decisión es fundamental, por lo que debemos hacerla siempre tranquilamente y tomándonos nuestro tiempo. Tanto la familia como la propia persona mayor tiene que visitar algunos centros, tener entrevistas con varios gerentes o los trabajadores, de tal manera que se puedan sopesar los pros y los contras de las diferentes opciones existentes. Igualmente, hay que solicitar una copa del reglamento interno de la residencia y del propio contrato a fin de poder leerlos de manera tranquila en nuestro domicilio.
- El centro por el que se opte tiene que tener todos los permisos que tengan que expedir las administraciones públicas. Deberán exponerse visiblemente en alguna parte del centro, pero en el caso de que no podamos verlos, habrá que solicitarlos a quienes enseñen las instalaciones, tanto el permiso de apertura, como las demás inspecciones posteriores que realicen y sellen las propias autoridades.
- Las personas que estén trabajando en el centro tendrán que estar perfectamente cualificadas para los trabajos a desarrollar. Además del título correspondiente, deberán tener un trato de amabilidad, respeto y de cordialidad con los residentes. De la misma forma el ratio entre residentes y plantilla no debe ser elevado para que los residentes puedan ser atendidos de la mejor forma. Este aspecto es bastante importante y es conveniente mirarlo muy bien.
- Si hablamos de los horarios de visita, tendrán que tener amplitud y flexibilidad, para que los familiares no tengan problemas para ver a los ancianos, permitiendo las visitas en la habitación en el caso de que haya enfermedad de la persona mayor o solamente para poder comprobar que todo transcurre bien. El acceso telefónico tiene que ser libre y debe permitirse efectuar llamadas de forma privada.
- Al igual que se recomienda en los colegios, lo mejor es que la residencia llegue a tener zonas ajardinadas y espacios al aire libre que sean propios, pero en el caso de no tenerlos, lo mejor es que no esté lejos un parque próximo y que se organicen visitas y paseos en las zonas verdes del entorno.
- Los menús que debe ofertar el centro tienen que ser suficientes, variados y deben adaptarse a las necesidades que tengan las personas mayores. Por todo ello, los deberán diseñar nutricionistas que sean expertos en gerontología y que, si hay enfermedades en los pacientes, los cuidados sean individualizados dependiendo de las propias necesidades del paciente.
- Algo que se da por hecho y que así debe ser, es que la residencia tendrá que estar limpia, desinfectada y bien ventilada, no solo en las zonas denominadas comunes, también en las propias habitaciones.
- Igualmente, la ropa de cama, la de las propias personas mayores o las toallas, tendrán que estar limpias y es vital que estén perfectamente aseados, afeitados y peinados.
- El centro de mayores no deberá tener barreras de carácter arquitectónico que puedan dificultar la movilidad de los ancianos. Está claro que tanto la seguridad como la accesibilidad son realmente importante, por lo que adquiere gran importancia fijarse en que pueda tener ascensor, en los centros donde haya más de un piso, así como suelos que eviten el deslizamiento, pasamanos, sistemas de aviso de emergencias en habitaciones y baños mediante timbres, sistemas de emergencia que cumplan la normativa o protocolos y simulacros de evacuación que estén diseñados correctamente.
- Los sistemas para la calefacción y refrigeración tienen que funcionar de forma correcta y tener revisiones periódicas con la limpieza de filtros, para evitar problemas como la legionelosis. La temperatura en las zonas comunes debe ser la que asegure comodidad y algo positivo es, sin duda, que las habitaciones se puedan regular de manera independiente para que cada uno de los residentes tengan la posibilidad de seleccionar la temperatura que quiera.
Algunas interesantes claves para el cuidado de los ancianos
Cuando se habla del cuidado de los ancianos más allá de las residencias, hay que hablar de una serie de cuestiones que deben ser tenidas en cuenta. En el caso de que reine la armonía y de que cada miembro de la familia esté cuidado como es debido, todo va a ser mucho más fácil de llevar.
Existen familias que quieren que el cuidado de sus ancianos sean en el hogar, en lugar de en una residencia de ancianos, a fin de que mejore la calidad de vida y así luchar contra la soledad, que en algunos casos se pueden vivir en esos lugares. Eso sí deben conocerse cuáles son a grandes rasgos, tanto los beneficios como las posibles desventajas que pueden tener cada una de ellas, para optar cuál puede ser la más adecuada, dependiendo de cada una de las situaciones.
Cuidar personas mayores puede llegar a ser de las tareas que más estrés generan, puesto que precisan de cuidados y atención permanentemente. Lo mejor es contratar a personal idóneo para que sea el que se encargue de llevar a cabo dicho trabajo.
Así no solo va a estar con la seguridad de que se le va a dar todo lo que precisa, también no se le hará algo tan abrumador. Hay que dejar claro que suele ser lo que más conviene a toda la familia, pues muchas veces pensamos que dejarlos para que los cuiden terceros es tener falta de cariño, pero lo cierto es que es todo lo contrario a esto.
Lo cierto es que las residencias tienen sobrada capacidad por lo general, pues el personal suele estar debidamente capacitado y es profesional para poder cuidar de la mejor forma a los adultos. Igualmente tienen el equipo necesario, para que en el caso de que tengan cualquier clase de emergencia, se les pueda ayudar adecuadamente.
¿Qué cuidados precisan los adultos mayores?
Aunque los cuidados generales han avanzado mucho y hasta edades avanzadas se puede llegar sin pérdidas que generen discapacidad, si que existen personas adultas mayores que necesitan del cuidado y también de la atención de los familiares.
Sobre esto, las ayudas pueden ser las mínimas o precisar de una asistencia que sea constante e incluso para ciertas tareas específicas, como son los casos en los que se necesita ayuda para la propia higiene personal. La contratación del personal idóneo para que lo ayude, puede ser de las soluciones más viables que se pueden tener más en cuenta.
Algo muy conveniente, es el abastecimiento de la casa con todo lo necesario. Por poner un ejemplo. Si se necesita contratar a una persona para que haga las compras y también que haga la comida todos los días, será algo bastante bueno y que puede servir de importante ayuda.
Otro tema importante son las medicaciones a tomar. Hay que estar siempre pendiente de si ha tomado la medicación y de darles la atención que necesiten a fin de vigilar las dosis y horas en las que deben ser ingeridas.
Darle toda la ayuda, por mínima que nos parezca, a fin de que el adulto mayor pueda sentirse apoyado y querido en todo momento. Por poco que pueda parecer, el aproximarle un vaso de agua puede ser de lo más gratificante.
Hay que dejar claro que en el caso de que el cuidador sea un miembro de la familia, lo mejor es que no descuide su propia vida, pues en muchos casos, suelen abandonar el entorno social o las propias tareas para cuidar a sus padres.
En el caso de que haya armonía y de que cada uno de los miembros de la familia tenga buenos cuidados, todo va a ser mucho más llevadero, hasta si ocurre que el adulto mayor puede padecer cualquier tipo de discapacidad.
Como has podido ver, elegir residencia o el cuidado de nuestros mayores es un tema que conviene pensar muy bien, pues de ello puede depender el mayor o menor bienestar de nuestros mayores. Hay que pensar que es posible que en el futuro también podamos nosotros vernos en esta tesitura, por lo que hay que pensar en ellos como si fuera con nosotros mismos.
Todos nos merecemos unos buenos cuidados y que la última etapa de la vida se pase de la mejor manera y con las máximas atenciones posibles, algo en lo que no hay que escatimar medios ni atenciones, pues es un bien al que todo el mundo tiene derecho y por desgracia no todos cuentan con él.