Cuando buscamos un producto por primera vez, una de las cosas que más nos llama la atención es su empaque, ya que estos le dan una personalidad especial al producto y su presentación se hace más o menos atractiva según su forma, colores, tipo de fuente, entre otros factores de los que hablaremos más adelante. No importa el tipo de producto que sea, si tiene un empaque interesante, la atención del cliente se ve puesta en él, aunque no sea ese el producto que se estaba buscando en primera instancia. Y es que ¿Cuántas veces no hemos adquirido algún producto para “probarlo” porque su presentación nos pareció atractiva? Sin lugar a duda, muchas veces, porque para el cliente no solamente es importante que el producto sea bueno, sino que también sea fácil de transportar, utilizar y que proteja el contenido del mismo.