Los edificios, como las personas, van envejeciendo y presentan signos de desgaste conforme pasan los años. No es algo que nos deba sorprender, sino algo que es lógico y normal. Y lo podemos ver día a día en nuestros pueblos y ciudades. Hay edificios antiguos que piden a gritos una reforma y otros, más modernos, que solo con verlos nos proporcionan mayores dosis de seguridad y de confiabilidad. Esto es lo que va definiendo si las ciudades son más o menos modernas. Y la verdad es que en España tenemos un poco de todo.
Una noticia publicada en la página web Idealista señala que el parque de viviendas en España, en general, está bastante viejo porque una de cada dos viviendas tiene más de 40 años. Se trata de una edad que es clave y que determina la diferencia entre lo que es antiguo y lo que todavía se podría considerar moderno. Una vez que pasan 40 años, debemos tener en consideración muchas cosas en lo que respecta a nuestra vivienda porque las posibilidades de que se estén degradando algunos de los materiales con los que fue construida es más elevada. Se trata de algo que no debemos perder de vista.
Hablamos de un aspecto que tiene una relación directa con la seguridad de las personas y que se ha convertido en uno de los asuntos en los que más intervienen los poderes públicos, que velan para que la obligatoriedad de las inspecciones se cumpla. Se han producido muchos casos de derrumbes e incluso muertes por la falta de estas inspecciones a lo largo de la historia de nuestro país y eso fue lo que, en su día, hizo que nos empezáramos a plantear en este país el hecho de intentar regular y controlar este tipo de cuestiones.
Qué caprichoso es el destino. Tanto es así que, ahora que el negocio de la construcción parecía herido de muerte después de una situación tan complicada como la de la crisis de 2007, ha salido como alternativa el hecho de rehabilitar los edificios que estén en peor estado de salud, que en España son muchos, tal y como os decíamos en el párrafo anterior. Este tipo de negocios se ha tenido que reconvertir porque la necesidad más acuciante es la de rehabilitar esos edificios más antiguos y no tanto la de levantar otros nuevos. Por suerte, también parece que nos hemos convertido en una potencia en lo primero.
El resultado de ello se está haciendo notar en muchas de las ciudades y pueblos que componen la geografía española. Seguro que habéis visto a vuestro alrededor que hay muchos edificios que se están modernizando y que están adoptando una imagen mucho mejor de la que tenían. Eso también está consiguiendo que se refuerce su seguridad, que es algo básico y básicamente lo principal. No cabe la menor duda de que un edificio seguro y moderno es a día de hoy la mejor manera de construir una ciudad en la que merezca la pena vivir.
Son muchas las ciudades y pueblos en las que se están llevando a cabo proyectos de rehabilitación de edificios, cada cual con sus especificaciones y con sus distintas características. Hemos querido saber en qué parte de nuestro país se está tomando más en serio este asunto y, para ello, hemos contactado con los amigos de Geneop, quienes tienen claro cuál es la ciudad en la que se está haciendo un mejor trabajo en este sentido.
Esa ciudad es Madrid. Hablamos de una urbe en la que hay una serie muy grande de edificios históricos que empezaban a encontrarse en serias dificultades y que han sido rehabilitados en los últimos años. También hay un gran trabajo por delante, pero muchos de los edificios que requieren una rehabilitación ya tienen fecha para ello. El ejemplo que está dando Madrid está cundiendo en muchas otras ciudades de nuestro país, que han empezado a identificar necesidades en lo que respecta a la rehabilitación de muchos de los edificios históricos y de viviendas que se encuentran en ellas.
Barcelona, por ejemplo, también empieza a tomarse esto mucho más en serio de lo que se lo había tomado hasta hace no demasiado tiempo. Hay otras ciudades que, aunque no se encuentren a este nivel todavía, es verdad que van a hacerlo en el futuro principalmente porque la ley obliga a que haya revisiones periódicas de los edificios y se realicen las rehabilitaciones necesarias para paliar los desgastes que vayan sufriendo los materiales.
Europa, en general, y sobre todo desde la creación de una constitución a nivel continental, ha velado por un tema como del que estamos hablando y la verdad es que, si a algo le tenemos que atribuir la mejora de la calidad de nuestros edificios, es a esto. Apostar por algo como la rehabilitación era muy necesario, en unos países más que en otros, y ha traído una mejora sustancial de la calidad de vida de la gente sobre todo porque buena parte de esas rehabilitaciones se han acometido a través de subvenciones y ayudas a las familias y las empresas que han tenido que acometerlas en sus viviendas o instalaciones. En caso de que no hubiera sido así, mucha gente quizá hubiera puesto sobre la mesa la opción de cambiar de vivienda antes que rehabilitar la que ya tiene.
¿Cuál es el futuro de nuestro país en términos de rehabilitación?
Esta es una pregunta que, desde luego, hay mucha gente que se tiene que estar haciendo mucha gente en España. De ese tema también habla el artículo que os vamos a enlazar a continuación y que procede de la página web de Fotocasa. Ese artículo menciona algo que es realmente importante y es el hecho de que todas las viviendas tienen que tener un consumo energético bastante inferior al que ha sido habitual hasta la fecha. Buena parte de las rehabilitaciones de muchos edificios que todavía no son demasiado antiguos se están realizando por ese motivo y la verdad es que es interesante que se sigan estos pasos a fin de que todas las viviendas puedan reducir la factura de sus suministros.
Es interesante que sigamos por estos caminos ya no solo por el hecho de que vayamos a ver reducida esa factura, sino porque también vamos a ganar en calidad de vida. Una vivienda que esté perfectamente aislada desde el plano térmico va a proporcionar un mayor bienestar que otra que no tenga ese aislamiento térmico. El ejemplo que os podemos poner al respecto es claro: si llegas a tu vivienda después de las vacaciones de Navidad y has apostado por el aislamiento térmico, probablemente no haga frío. Si, en cambio, prefieres depender de la calefacción, pasarás frío hasta que la casa se caliente de nuevo.
La rehabilitación es un proyecto que todo el mundo suele tener ya en la cabeza si su vivienda no es de reciente construcción. Es verdad que todas las casas y pisos que se están levantando ahora ya se construyen teniendo en cuenta estos parámetros, pero los años en los cuales España fue una verdadera máquina de construir no han coincidido con este propósito de ser cada vez más eficientes energéticamente. Por tanto, a nadie le puede quedar la menor duda de que hay muchos edificios en España que necesitan esas mejoras energéticas y que, por tanto, tienen que realizar alguna obra. Se trata de algo que es mucho más que un capricho. Es una necesidad. Por ahorro, por bienestar y, por supuesto, por respeto medioambiental, que es algo que sigue haciendo mucha falta en todos y cada uno de nuestros pueblos y ciudades.
Rehabilitar es una inversión de tiempo. Hay gente suele pensar que es una molestia porque el proyecto no se finaliza en uno ni en dos días, eso está claro, pero no cabe la menor duda de que eso va a proporcionar una mejora sustancial en nuestro día a día cuando ese proyecto ya esté acabado. Hay que tener las ideas claras y saber qué es lo que queremos conseguir a medio o largo plazo. Muchas veces, un pensamiento cortoplacista puede traer muchos más problemas de lo que creemos. Es más cómodo reformar la vivienda durante algún tiempo que vivir de manera permanente en una vivienda que no cumple con los requisitos que necesitamos para vivir con comodidad y pagando, además, más de lo que podríamos pagar de otra manera en materia de suministros.
Estamos seguros de que el afán de rehabilitar va a seguir creciendo de cara a los siguientes años. Todo el mundo tiene claro que esas rehabilitaciones que se vienen produciendo en nuestros pueblos y ciudades en los últimos años tienen como objetivo mejorar la vida de la gente y ese, al final, el propósito que nosotros y nosotras vamos a tener para nuestra propia vida. Y es que vivir bien, a día de hoy, pasa muchas veces por tener una vivienda que sea eficiente, que pueda presumir de ser moderna y, también y por qué no decirlo, que sea cuidadosa con su entorno.