Con la llegada de septiembre empieza para muchas familias y empresas la temporada de revisiones de las casas y oficinas de cara a la preparación del invierno, que apunta venir bastante turbulento este año con las tempranas lluvias que hemos tenido en el final del verano.
Los tejados son sin duda uno de los elementos principales que hay que reparar, ya que es el principal elemento de aislamiento, y en los sitios en los que nieva tiene que soportar bastante peso. Y aquí, los expertos recomiendan la pizarra como material principal para cubrir los tejados, ya que permite un gran aislamiento contra los fenómenos atmosféricos a largo plazo, gracias a su durabilidad.
Si bien en España la pizarra no es un material tan común como en el resto de Europa, en el que las temperaturas son más bajas y las lluvias más abundantes, no quiere decir que no tengamos una producción de pizarra válida. Hay muchas empresas que se dedican desde hace mucho tiempo a la extracción y preparación para la venta de este material. Y de hecho, tenemos a empresas con mucha experiencia, siendo el máximo exponente Pizarras y Derivados, una empresa española especializada en la comercialización y distribución de pizarras para tejados, suelos y exteriores con más de tres generaciones de experiencia, que le aportan una profesionalidad indiscutible.
Este 2019 hemos recibido por parte de las autoridades Gallegas datos que sitúan a Galicia como epicentro de la extracción de pizarra. A continuación vamos a ver estas cifras, que ahondan bastante en porcentajes que nos permite ver la importancia del sector de la pizarra en Galicia y España.
De Galicia al mundo
Un informe del Instituto Galego de Estadística corrobora que el sector de la pizarra asumió la función de locomotora para arrastrar la economía valdeorresa. El 26 % del producto interior bruto comarcal (PIB) procede de las canteras o, lo que es lo mismo, más de la cuarta parte de los bienes producidos en Valdeorras salen de la producción de la citada piedra.
El dato aparece recogido en el informe denominado «Análise da Minería e Fabricación de Produtos Minerais Non Metálicos», que elaboró el IGE y que fue presentado recientemente en Santiago de Compostela.
El estudio confirma que el sector de la pizarra es la «principal fonte de actividade económica comarcal» y permite que el PIB por habitante de Carballeda de Valdeorras fuese el segundo en importancia de Galicia, tan sólo superado por Arteixo. Este dato fue obtenido en el año 2016, el último del que el IGE tiene cifras. Con 1.635 habitantes, el Concello valdeorrés alcanzó los 112.040 euros por habitante, muy por encima de los 86.707 de Cervo y únicamente por debajo de los 129.519 de Arteixo.
Atendiendo a las referencias que el análisis hace de las afiliaciones a la Seguridad Social, también el Concello de Carballeda ocupa un lugar puntero. El volumen de trabajadores del sector de la minería y fabricación de productos minerales no metálicos supone el 88 % de los ocupados en el sector de la industria y energía. «Esta porcentaxe supón que no dito concello o sector sexa preeminente no sector secundario», añade el estudio.
En esta peculiar clasificación, son cuatro los concellos valdeorreses que aparecen entre los siete primeros. Junto a Carballeda están O Barco de Valdeorras (74 %), Rubiá (60 %) y Vilamartín de Valdeorras (53 %). Completando la lista aparecen Folgoso do Courel (82 %), As Somozas (61 %) y Quiroga (57 %).
La producción de pizarra eleva a la provincia ourensana al primer puesto de la clasificación gallega del valor añadido bruto (VAB) generado por el sector minero. Los 185 millones de euros de 2016, la sitúan por delante de Pontevedra (98), A Coruña (78) y Lugo (56). El estudio es rotundo al afirmar que «se baixamos ao nivel comarcal na análise, vemos que hai unha comarca que destaca por enriba de todas las demais: a de Valdeorras, onde se xera o 38,6% do VEG (valor engadido bruto) do sector mineiro. A comarca é a responsable de 9 de cada 10 euros xerados polo sector na provincia ourensá». En la actualidad, el sector de la pizarra genera 2.400 empleos en Galicia, la gran mayoría en Valdeorras.