Muebles: aspectos clave en el diseño de interiores de nuestro hogar

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Hay muchas cosas o facetas de la vida que nos pueden proporcionar grandes dosis de felicidad. Es posible que vosotros y vosotras también tengáis, como yo, una lista amplia de acciones y vivencias que nos hacen felices y que permiten que podamos disfrutar hasta del último segundo de cada día. La vida es algo maravilloso y tenemos que encontrar aquello que nos haga felices para poder sacar el máximo provecho de cada día de nuestra existencia. Ese debería ser el objetivo que todos y todas tuviéramos en la cabeza a cada instante.

De entre todas esas cosas que componen mi lista, podría destacar el hecho de pasar tiempo con mi familia, hacer deporte con mis amigos, disfrutar de esos momentos de ocio que nos deja la rutina para acudir a un bar y disfrutar de la gastronomía que tenemos al lado de quienes más queremos… y también voy a destacar algo que, sin duda, juega una importancia muy grande a lo largo de mi día a día: mi vivienda.

Cada vez tengo menos dudas de que la vivienda es la pieza angular de toda vida y que, por tanto, su papel a la hora de determinar si somos felices o no es muy relevante. Cuando alguien se encuentra cómodo en el lugar en el que reside, que por otra parte es el lugar en el que va a pasar más tiempo a lo largo de su día a día, va a adquirir muchos más argumentos para poder decir sin miedo a equivocarse que ha alcanzado ese estado que llamamos felicidad. Por eso, invertir esfuerzos en disponer de la casa de nuestros sueños es siempre una inversión en nosotros y nosotras mismas.

¿De qué manera puede una vivienda jugar ese papel relevante y sobre todo positivo para nuestras vidas? Yo creo que hay una manera de conseguirlo y es interviniendo en todas esas acciones de interiorismo que van a ayudarnos a que el domicilio se ajuste exactamente a nuestros gustos y a nuestras necesidades.

Alguno o alguna podréis pensar que la amplitud de una vivienda también tiene mucho que ver en este sentido y que no podemos hacer demasiado por cambiarlo. Bueno, tenéis razón… pero solo en parte. Seguramente no podréis o no querréis cambiar de vivienda a una más grande porque eso exige tener la capacidad económica para hacerlo y no todo el mundo es capaz de asumirla. Pero también os diré que el tamaño no es una condición absolutamente determinante porque se puede conseguir un espacio con el que nos sintamos perfectamente cómodos, seguros y felices aunque sea más bien pequeño. Si nuestro hogar se adapta a esas necesidades y gustos de los que he hablado en el párrafo anterior, seguro que esa felicidad estará al alcance de vuestra mano.

En un artículo publicado por la página web Fotocasa se habla de cuál es el estilo de vivienda en el que más felices son los españoles. La conclusión del estudio del que se hace con este artículo es que se trata de una vivienda que es de nuestra propiedad y que se encuentra en un entorno rural. Además, se destaca también que sus propietarios, con el paso de los años, se van sintiendo más y más felices con dicho lugar de residencia. Podréis estar pensando, una vez más, que las viviendas situadas en entornos rurales suelen ser más grandes que las que se sitúan en las ciudades y que esa puede ser la razón por la que ese modelo de vivienda genera una mayor felicidad. Pero os vuelvo a decir que eso no lo es todo. Si una vivienda es grande pero no está decorada o amueblada de la manera en la que queremos o necesitamos, esa felicidad de la que estamos hablando no va a ser tal.

Desde un punto de vista psicológico, nos vamos a encontrar mucho más cómodos y cómodas en nuestra vivienda si las paredes están pintadas de nuestro color preferido, si la distribución de los espacios es la adecuada para no sentirnos agobiados y si los cuadros y texturas que componen nuestras paredes son de nuestro agrado. También vamos a sentirnos mucho más a gusto si los muebles que hayamos adquirido nos proporcionan ese extra de comodidad que siempre es necesario para poder decir que tenemos la calidad de vida que merecemos en el hogar.

Hemos dado con un aspecto que es básico en el diseño del interior de nuestro hogar: los muebles. Y es que, en función de cómo sea nuestra familia y los gustos que tenga, vamos a elegir unos modelos u otros. Las diferencias de estilos entre unos u otros son enormes y los distintos conceptos quedan meridianamente claros gracias a las fotografías que son propiedad de Muebles Morte. Y es que no es lo mismo un dormitorio infantil que uno juvenil… y ya no digamos si comparamos cualquiera de estos dos con uno colonial o de matrimonio. Y tampoco es lo mismo apostar por muebles de estilo retro o vintage a hacerlo por otros que son de corte mucho más moderno. Hay tanta variedad como personas y cada cual tiene la necesidad de encontrar aquello con lo que mejor pueda vestir su hogar de acuerdo a sus preferencias.

El mobiliario con el que contamos en casa es algo con lo que, además, vamos a tener que convivir durante muchos años. No se trata de un aspecto que vayamos a poder cambiar de año en año, principalmente por el trajín que lleva asociado y el hecho de que la inversión la acometemos precisamente con el objetivo de que podamos estar cómodos durante mucho tiempo. Los muebles constituyen compras que van a ir siendo disfrutadas poco a poco y que son parte de una visión a largo plazo.

El gasto en mobiliario en España se encuentra al alza 

Muchas familias en España son plenamente conscientes de las cosas que hemos compartido con vosotros y vosotras y han adquirido mobiliario para mejorar la calidad de su vida en casa. Ya hay una sensación general y compartida de que los muebles tienen un alto poder para convertir nuestra existencia en algo mejor y que tienen la posibilidad de convertir nuestras horas de descanso en casa en algo que nos permita sacar provecho de nuestro tiempo libre.

Un estudio realizado por el portal web Statista indicaba cuál fue el gasto en mobiliario y equipamiento del hogar en España desde 2005 hasta 2022. Los primeros años del análisis depararon una cantidad muy grande, superándose hasta el año 2008 los 9.000 millones de euros anuales. A partir de 2009, la cantidad se redujo de una manera más que considerable por culpa de una crisis económica que afectó de lleno a este sector, del mismo modo que afectó a un montón de actividades comerciales e industriales más. Incluso, en los años 2013 y 2014, apenas se superaron los 6.000 millones. La situación no era para nada la mejor… pero después de eso han venido mejoras considerables y ya en el año 2022 se volvieron a superar los 9.000 millones, lo que dejó claro que habíamos superado no solo la crisis económica de la que hemos hablado sino también la del coronavirus, que también deparó bastantes problemas a nivel económico para este país.

La pandemia, de alguna manera, ha dejado claro que mucha gente se ha puesto las pilas en todo lo que tiene que ver con la decoración de sus espacios interiores y con la consecuente mejora de la calidad de vida en el hogar. El hecho de permanecer confinados puso de manifiesto que muchos hogares presentaban deficiencias en este sentido y son muchas las familias que, en cuanto han tenido la menor oportunidad, se han puesto manos a la obra para apostar por una nueva estrategia de interiorismo cambiando la distribución de sus espacios y sus muebles.

Son muchas las personas que ya han podido cambiar su realidad gracias a ello y que disfrutan ahora de una vivienda a la que, aunque sea esa misma en la que encontraron deficiencias durante el confinamiento, han podido sacar el máximo de los provechos en la actualidad. Es evidente que todo lo que tiene que ver con el interiorismo ha jugado su papel en este sentido y que muchas personas ya han obtenido un beneficio de los cambios que han sido implementados en su vivienda. Me alegro profundamente de que así sea porque nadie se merece no estar feliz y cómodo en su propia casa.

Invertir en nuestra casa es hacerlo por nosotros mismos y por nuestra familia. Por tanto, os animo a que nunca visualicéis esta inversión como un gasto porque, al final, esta sensación hará que no hagáis los cambios que vosotros mismos consideráis necesarios para salir disfrutar al máximo de vuestra vivienda. Estoy convencido de que, mejorando el espacio en el que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo, vamos a conseguir que la vida sea mucho mejor en casa y saquemos el máximo rédito posible de cada segundo que pasamos en casa. Y eso, amigos y amigas, no tiene precio.

 

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