En los últimos años se ha puesto muy de moda eso de viajar. A todos nos gusta salir de casa y conocer nuevas experiencias. Pero es cierto que hace años lo más normal era irnos a lugares dentro de la propia España, como mucho más lejos a las islas Canarias o las Baleares. Sin embargo, con la llegada del nuevo siglo, hemos vivido un cambio de mentalidad, y ahora se viaja a lo grande. Ya no se espera al viaje de luna de miel para irnos a Australia, Caribe o Canadá. Ahora se aprovecha cualquier momento. Hasta para los jóvenes se ha convertido en una obsesión.
Yo tengo una pareja de amigos que su ilusión en la vida es viajar al extranjero. Tienen a la entrada de su casa el famoso mapamundi que vas rellenando con chinchetas según has viajado a unos u otros sitios. Y la verdad es que es muy curioso, porque cada visita que les hago, quizás cada seis meses, más menos, el mapa está cada vez más agujereado. Tienen claro que ellos quieren viajar, y lo hacen solos. Nunca quieren ir con amigos y tampoco con hijos. Hasta el punto de que me han reconocido que han rechazado ser padres porque piensan que sería un impedimento para poder hacer sus viajes. Sea como sea, es respetable. No sé si dentro de unos años se van a arrepentir, pero de momento que disfruten lo viajado.
Eso sí, viajar al extranjero siempre tiene una serie de problemas cotidianos. No me refiero a que dejas atrás tu vida, o que puedes gastar mucho dinero. Me refiero a esos contratiempos que se dan en el día a día cuando pisas tierra lejana. Yo no he tenido la suerte de viajar tanto como mis amigos, pero ellos mismos me han contado una serie de anécdotas que quizás os puedan servir de ejemplo cuando hagáis esos viajes por el extranjero. Algunas incluso son divertidas y dan para escribir un libro. Toma nota porque todo está basado en hechos reales.
Problemas de idioma: Puede ser difícil comunicarse con la gente local si no hablas su idioma. Esto puede complicar la interacción con los lugareños, pedir direcciones o incluso hacer un pedido en un restaurante. Estas cosas son siempre muy divertidas, y más de uno ha pedido algo que pensaba que le gustaba y se ha acabado comiendo, por ejemplo, ojos de gallina o sangre de cocodrilo.
Pérdida de pertenencias
Puede que te roben o pierdas tus pertenencias mientras estás en el extranjero, lo que puede ser un problema especialmente si pierdes tu pasaporte, tarjetas de crédito o dinero en efectivo. Así que mucho cuidado con estas cosillas, porque nos pueden arruinar el viaje de nuestra vida.
Problemas de salud Podrías enfermarte o lastimarte mientras viajas, y recibir atención médica en un país extranjero puede ser complicado, especialmente si no tienes seguro médico internacional. Y es que es algo que nunca se sabe dónde lo podemos pillar. Mi amigo me contó que ellos en un viaje a Tailandia, estuvieron cuatro días de los 10 que estuvieron en la cama por un problema de intoxicación con el agua.
Diferencias culturales
Puedes experimentar choques culturales o malentendidos debido a diferencias en las costumbres, comportamientos y creencias. Por eso lo mejor es ir aprendiendo las costumbres de los países a los que van. Ya sabes que, por ejemplo, en los países árabes es de buena educación eructar después de las comidas, ya que muestras que la comida estaba exquisita.
Problemas con la comida
Si no estás acostumbrado a la comida local, es posible que sufras de malestar estomacal o alergias alimentarias. Y es que en muchos países echan especias que nuestro cuerpo no está acostumbrado aquí en España. Mi amigo siempre cuenta una anécdota muy divertida que le ocurrió en México con el tabasco.
Transporte y desplazamiento
Es posible que tengas dificultades para moverte por el país, ya sea por problemas con el transporte público o con la navegación en carretera.
Coberturas y telefonías móviles
Ahora todos viajamos con teléfono móvil y siempre que vamos a un país extranjero nos ocurren cosillas. Por ejemplo, el no tener cobertura o eso de hacer llamadas o recibirlas y luego comprobar con sorpresas que nos las han cobrado porque no estamos en un país con convenio. Yo en este caso siempre recomiendo que se apueste por tener de compañía a Oroc, que es de las que no te da sustos en este caso. Son facturas, como dicen ellos, sin sorpresas.
Problemas legales: Puedes encontrarte con problemas legales si no estás familiarizado con las leyes y regulaciones del país que estás visitando.
