Cuando me reúno con los viejos amigos del instituto siempre sale a relucir un tema, el de la vivienda. Como dirían los Modestia Aparte, serán cosas de la edad, pero lo que está claro es que a cierta edad las conversaciones ya dejan de ser lo que fueron. Ya no se habla de ligar, ni de bares, ni de zonas de fiesta, en este caso se habla de dónde vivimos. Y la pregunta que siempre nos sale a relucir es si preferimos vivir en un chalet o en un piso de una comunidad. Y en mi caso, lo tengo claro, yo soy de los que prefiero tener un chalet.
Dicen que para hablar de algo hay que tener experiencia en ello, en mi caso, yo tengo la experiencia de haber vivido durante 30 años en una vivienda de comunidad con mis padres, y la experiencia de haber vivido (o estar viviendo) en un chalet desde hace 14 años, los que me independicé para vivir con mi pareja. Y este tiempo, aunque es la mitad me sirve para confirmar que prefiero vivir en un chalet. Y es que puede ofrecer varias ventajas en comparación con vivir en un piso en una comunidad de vecinos.
Algunas razones por las que puede ser mejor comprar un chalet y vivir solo son las siguientes. En un chalet, se tiene más independencia y se puede disfrutar de mayor privacidad. No hay que preocuparse por ruidos de vecinos, restricciones de horarios o cualquier otro inconveniente que pueda surgir en un edificio de pisos. Y lo dice uno que ha tenido que padecer fiestas de universitarios hasta altas horas de la mañana. Y es que una llamada a la policía no arregla nada. Vienen, les piden que apaguen la música y…a los 20 minutos ya está de nuevo todo en marcha.
Espacio y libertad
Los chalets suelen tener más espacio que los pisos, lo que permite disfrutar de un hogar más amplio y con posibilidades de personalización. También se puede disfrutar de un jardín o patio propio, lo que brinda la posibilidad de tener mascotas o realizar actividades al aire libre. Además el tener chalet me ha permitido tener una piscina, el sueño de toda la vida. Es cierto que siempre hay que mantenerla y darle un servicio, pero es fácil. En mi caso siempre tiro de una Karcher que compré en HidroTech Bordallo, y lo dejo todo preparado para disfrutar del verano. Y sí, todos esos amigos que prefieren vivir en comunidad, cuando les invito a pasar una tarde en mi piscina, nunca dicen que no.
Al vivir en un chalet, es más fácil controlar quién entra y sale de la propiedad, lo que puede ofrecer una sensación de seguridad adicional. Además, al no tener vecinos directamente contiguos, se reduce la posibilidad de robos o intrusiones. Eso sí, en mi caso he contratado una alarma para por si acaso. Pero esta caso que voy a tener mucha más seguridad que viviendo en un bloque de edificios.
Y lo más importante, tengo menos problemas de convivencia. Al vivir en un chalet, me evito los posibles conflictos que pueden surgir en una comunidad de vecinos, como problemas de ruidos, diferencias en la gestión de la comunidad o disputas por el uso de espacios comunes. Ya no tengo que aguantar a ese vecino moroso que no tiene dinero para pagar la Comunidad pero sí que lo tiene para comprarse un coche valorado en 50.000 euros. Y esto es algo que prefieres no ver a tener que padecerlo.
Por último, pero no menos importante, vas a tener un mayor contacto con la naturaleza. Muchos chalets están situados en zonas más alejadas de la ciudad, lo que brinda la oportunidad de vivir en contacto con la naturaleza y disfrutar de un entorno más tranquilo y relajado. Por ejemplo, en nuestro caso cuando nació nuestra hija concidió con la época del confinamiento y la verdad es que tener un patio nos dio la vida durante los peores meses. No me extraña que desde ese momento aumentaran las ventas de este tipo de chalet. Nadie quiere verse en un piso así si al virus le da por volver.
En resumen, comprar un chalet y vivir solo o con tu familia puede brindar una experiencia de vida más cómoda y tranquila, con mayor privacidad, espacio y libertad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que también conlleva una mayor responsabilidad en cuanto al mantenimiento y cuidado de la propiedad.