Es bastante habitual que haya gente, en un determinado sitio, que no se encuentre cómoda en el hogar que habite en la actualidad. Estamos hablando de un problema grave, mucho más importante de lo que nos podríamos imaginar en un principio. Quien no está a gusto en su hogar, tiene muchas cosas que perder y nada que ganar. Pierde comodidad, pierde tiempo y seguramente termine perdiendo dinero por alguna de las cosas que os vamos a indicar más adelante. Ganar, como es lógico, no gana nada. Si no estamos cómodos en el sitio en el que dormimos, cenamos o descansamos, ya nos diréis.
Buena parte de los problemas que hacen que nuestra estancia en el hogar sea incómoda tienen que ver con el aislamiento. Por un lado, con el aislamiento térmico, que hace que nuestro hogar sea demasiado caluroso en verano y demasiado frío durante los meses de invierno. Por otro lado, con el aislamiento acústico, qué es el principal responsable de que se cuelen dentro de nuestro hogar ruidos de todo tipo y que provienen del exterior. Esto, si vivimos cerca de una carretera o de una calle transitada por vehículos o personas, es un inconveniente bastante importante para nuestra calidad de vida.
Hay maneras de corregir todos estos problemas. Y existe una que está particularmente de moda en Europa. Hablamos de las ventanas de PVC, que son las responsables de que millones de personas hayan conseguido garantizar esos tipos de aislamiento del que hemos hablado en el párrafo anterior. Gracias a la mejora de ese aislamiento, son muchos los hogares que han visto reducido, por ejemplo, el consumo energético derivado del uso de aires acondicionados o de la calefacción. Y es que, sin el debido aislamiento, esa clase de consumos se disparan. Por eso decíamos al principio que no estar cómodos en el hogar también podría estar relacionado con el hecho de que no estemos cómodos en el hogar. Cuando uno no está bien en algún sitio, tiende a intentar poner soluciones rápidas que no siempre son las más adecuadas. Y un exceso en el consumo de la calefacción o el aire acondicionado es uno de los mejores ejemplos de ello.
Las ventanas de PVC se vienen convirtiendo en algo especialmente importante para un hogar que se sitúe en España. Una de las principales características de este país es que disponemos de un clima que nos deja cada año temperaturas extremas, lo cual afecta también a la temperatura de nuestro domicilio si no somos capaces de evitarlo a tiempo. Con una ventana de PVC, la protección térmica de nuestro hogar es mucho más real y ese es el motivo por el que, según dicen desde Replus, ha aumentado la demanda de ventanas de este tipo en España.
Una industria importante para este país
La industria del PVC vive un importante momento en el interior de nuestras fronteras. Según lo que hemos podido comprobar gracias a una noticia que fue publicada en la página web Interempresas, esta industria generaba un total de 160.000 puestos de trabajo en un país como el nuestro en el año 2003. Aunque los datos han ido variando conforme pasaba el tiempo, lo cierto es que este material sigue siendo de una enorme valía para España y para su sector industrial, además de para todas esas personas que se convierten en consumidores finales del mismo y que se ven beneficiadas de todas esas ventajas que proporcionan las ventanas de PVC en una vivienda.
Es evidente que hay margen de mejora para una industria que, después del final de la crisis económica que empezó en 2007, se ha revitalizado al igual que lo ha hecho el sector de la construcción. Hablamos de dos actividades que son interdependientes y cuyos resultados han sido parejos a lo largo del siglo XXI. Está claro que el PVC remata el buen trabajo ya desempeñado por las empresas de la construcción y que ambas cosas, de la mano, tienen la capacidad de construir hogares que sean cómodos y seguros para la gente. Eso, al final, contribuye de una manera sustancial a que podamos decir sin miedo a equivocarnos que España es uno de los mejores países del mundo.
Está claro que la calidad de vida de la gente depende en buena medida de la calidad de nuestro hogar. Y hay que hacer todo lo posible por conseguir que nuestros pueblos y ciudades dispongan de hogares de calidad, que no solo sean cómodos, sino que también sean seguros y que nos proporcionen todas las papeletas para tener una vida digna, que es un derecho de todas las personas. Ojalá que el máximo número de personas pueda disfrutar de ese derecho. Sería la mejor de las señales que así fuera.