Redes sociales, el caldo de cultivo perfecto para las fake news

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Las redes sociales son el mejor caldo de cultivo para la propagación de fake news o noticias falsas, lo cual, puede poner en riego la integridad de las personas y de la sociedad en general. La Real Academia Española define las fake news como “distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales”. El gobierno de Trump, las llama “hechos alternativos”, y tienen tanta fuerza y pueden influir tanto en las personas, que gracias a esas patrañas, se ha conseguido incluso, ganar elecciones.

Lo hemos visto ahora con lo del coronavirus. Hasta ahí llegan las mentiras de alguna gente, que a saber que oscuros propósitos esconden. Que si la cocaína impide el contagio, que si esto que si lo otro. Y lo mismo ocurre con lo del cambio climático o el reciclaje, que para algunos, sencillamente no existe, y se dedican a lanzar bulos al respecto. El problema, es que muchos se creen estas noticias falsas.

Las fake news han existido prácticamente toda la vida, pero gracias a Facebook, Twitter o WhatsApp, las noticias falsas vuelan a través de la red como el viento, llegando a todo el mundo en apenas unos segundos. Una auténtica maravilla esto de las redes sociales para los creadores de bulos y mentiras.

La publicidad y las fake news

Si hay un sector que se ha sabido aprovechar de las enormes ventajas que proporcionan las redes sociales, ese es, sin lugar a dudas, el de la publicidad y cada vez ocupa un mayor espacio dentro del mundo digital. Un un análisis de BI Intelligence sobre el mercado de Estados Unidos, las empresas pasarían, en el periodo 2016-2021, de invertir 15 mil 500 millones de dólares a más de 30 mil millones.

Y la publicidad también utiliza las fake news en su beneficio. Esta práctica es tan habitual, que Google ya ha puesto en marcha un equipo de investigadores para intentar acabar con ellas. Een 2015 desactivó 780 millones de anuncios, suspendió 10 mil páginas web y 18 mil cuentas que comercializaban productos pirata.

En el documento Estudio de comportamiento en publicidad y prácticas de marketing en medios sociales en línea, presentado por la Comisión Europea en 2016, demostró que un 36% de los usuarios de Facebook y Twitter no son capaces de identificar la publicidad engañosa, ni diferenciar entre contenidos comerciales y los que no tienen fines de lucro. Es por esto, que incluso las mejores empresas recurren a distintas técnicas para manipular a los usuarios de Internet. Así, siembran la confusión, no quedando muy claro qué es lo que ofrecen, falsean las fechas, no hablan de los costes complementarios o ocultan parte de la información.

Por otro lado, hay que destacar que el influencer, tan valorado hoy, muchas veces no son más que un producto de marketing, un engaño, ya que hay quien se dedica a timar a las empresas con fotos trucadas.

Las redes sociales han tomado algunas medidas sobre las fake news y publicidad engañosa: así, por ejemplo, desde principios de año WhatsApp sólo permite reenviar un mensaje a cinco chats a la vez, mientras que desde 2016 Facebook creó una página donde sus usuarios pueden denunciar anuncios de empresas que mienten y manipulan.

Lo que está claro, es que deberían existir leyes que regulen el uso de fake news en redes sociales, tanto a nivel nacional como internacional, así como instaurar sistemas de vigilancia más eficaces y estrictos. Pero además, es necesario crear conciencia crítica entre los consumidores, a fin de que exijan a las agencias publicitarias que cumplan con la ética profesional. Así lo aconsejan en Publigar comunicación, una empresa con amplia experiencia en el sector de la comunicación y la publicidad, conscientes de que son herramientas imprescindibles, no solo para la imagen de marca de la empresa, sino también para aumentar los beneficios de la misma. Una buena comunicación, aseguran, y una buena campaña publicitaria, combinadas con otros factores, como la gestión o las ventas, serán las que marquen la diferencia y las que posicionen a la empresa frente a la competencia. Pero nunca hay que recurrir a engaños, ni a manipulaciones. La ética ha de estar presente siempre presente en toda campaña publicitaria. De lo contrario, nos habremos cargado la publicidad.

Así pues, los usuarios de redes sociales hemos de ser más críticos con las noticias y aprender a discernir entre la publicidad engañosa y la que no lo es. Exijamos a las agencias de publicidad que tengan ética.

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