La tinea o tiña es una enfermedad contagiosa que se desarrolla en la capa superior de la piel, causada por un grupo reducido de hongos que crecen y se multiplican, favorecidos por ambientes cálidos y húmedos. Por ello es más probable que se desarrolle cuando la piel se encuentra húmeda con frecuencia, a través de la sudoración, por ejemplo, o cuando no transpira adecuadamente, como en el caso del pie de atleta. En este sentido, dependiendo de su ubicación y del tipo de hongo que sea, puede afectar a distintas áreas del cuerpo humano recibiendo diferentes denominaciones. Así podemos hablar de:
– Tinea capitis o tiña del cuero cabelludo ocasionada por el hongo dermatofitos.
– Tinea corporis o tiña del cuerpo.
– Tinea pedís o tiña del pie, más conocida por el pie de atleta, causada por el hongo trichophyton rubrum.
– Tinea cruris o tiña inguinal o comezón del deportista.
La tiña se caracteriza por una erupción cutánea plana en forma de anillo de color rojo con un borde irregular, escamoso y con un ligero relieve que se expande hacia el exterior, manteniendo un tono de piel más clara en el centro y marcada con una dispersión de bultos rojos, produciendo enrojecimiento y un fuerte picor en la piel.
La forma de propagación de este tipo de hongos suele ser:
- De ser humano a ser humano. Mediante el contagio de forma directa con la piel de una persona infectada.
- De animal a ser humano. La tiña puede encontrarse en la piel de los animales, por lo que puede contagiarse cuando se acaricia o asea a animales como gatos o perros. Es una forma de contagio bastante común, si bien a la inversa es inusual.
- De objeto a ser humano. La tiña puede contagiarse por el contacto con objetos que hayan estado o sido compartidos con una persona infectada, por ejemplo, a través de peines, cepillos, gorras, ropa de cama, toallas… Por ello es tan importante una buena higiene y, si vosotros no queréis correr el riesgo de sufrir tiña por contagio, nosotros os recomendamos que lavéis vuestra ropa de la mano de Wash-Up, puesto que ellos son conocedores de estos riesgos, por lo que su autoservicio de lavandería está diseñado para los clientes más exigentes, con 13 programaciones diferentes y especiales para los distintos tipos de ropa, como lavado para prendas delicadas, en frio, 40º, 60º…, todo ello mediante equipos con pantallas táctiles fáciles y cómodas de utilizar.
El hongo de la tiña es frecuente y muy contagioso por lo que es difícil de prevenir su contagio, si bien se pueden tomar algunas medidas de prevención como pueden ser:
- Extremar la limpieza. Lavarse las manos con frecuencia para evitar su propagación, mantener limpias las zonas comunes o compartidas en escuelas, gimnasios, piscinas, vestuarios, etc.
- Evitar compartir objetos personales. No pidas prestados ni permitas que otros utilicen objetos personales tuyos como ropa, peines, cepillos, toallas, calzado, etc.
- En los vestuarios, piscinas o duchas públicas es sumamente importante la utilización de chanclas.
- Evitar la transpiración excesiva, manteniendo la piel fresca y seca el mayor tiempo posible, especialmente mantener los pies secos, sobre todo entre los dedos.
- Evitar el contacto con animales infectados por el riesgo que conlleva. En caso de tener animales domésticos es importante el control veterinario para detectar una posible infección.
En ocasiones, el especialista puede diagnosticar esta infección solamente por su observación y por preguntas al paciente sobre su estilo de vida, pero también puede recoger una muestra de la piel realizando un raspado de la zona infectada para observarlo al microscopio o realizar un cultivo. Una vez confirmada la infección, esta generalmente responde bien al tratamiento, que puede ser mediante la aplicación de cremas o lociones antifúngicos de alta concentración aplicados directamente sobre la zona infectada, la cual puede desaparecer tras su aplicación durante cuatro semanas, o en caso en los casos más severos o de una mayor extensión de la infección se aconseja la toma de medicación por vía oral.
Otras enfermedades contagiosas
Otras enfermedades infecciosas altamente contagiosas son:
- Las de las vías altas respiratorias, como la faringitis, laringitis, catarro común, la gripe, rinitis…, todas muy frecuentes y en general con poca gravedad.
- Infecciones respiratorias de las vías bajas, como la neumonía o la traqueobronquitis, también frecuentes, pero más graves que las anteriores.
- Diversos tipos de herpes. Se contagian por contacto directo y su gravedad depende del tipo de herpes de que se trate, por ejemplo, un herpes labial apenas tiene importancia mientras que una encefalitis es un caso grave.
- Transmisión sexual, como la sífilis, la gonorrea, el virus del papiloma humano… se transmiten por contacto sexual.