No hay mejor truco de belleza y para sentirse cómodo con uno o una misma que apostar por la ropa que de verdad nos gusta. Las prendas son la clave para cuidar de nuestra imagen y de todos esos aspectos que nos hacen sentir bellas y bellos ante cualquier tipo de persona y en cualquier tipo de situación. Y es que no cabe la menor duda de que elegir nuestro estilo de ropa es uno de los factores más importantes a la hora de construir nuestra imagen y destacar entre los demás. Es algo que se ha convertido en habitual entre mucha gente en los tiempos que corren.
El de la moda ha sido uno de los sectores que ha sufrido menos durante la crisis económica que se ha producido en los últimos años. Y lo ha sido porque es el que ha sido más capaz de reinventarse a pesar de todos los varapalos que se han ido produciendo a nivel económico en España. No solamente la variedad de sus productos ha ido cambiando de una mayor manera en los últimos años, sino que, además, ha sido capaz de transformar su modelo de negocio en muy poco tiempo.
¿Y en qué ha transformado la moda su modelo de negocio? El comercio electrónico ha tenido mucho que ver en este asunto. Así lo han hecho saber numerosos medios de comunicación, como por ejemplo el portal web Modaes, que aseguraba, en un artículo publicado en noviembre de 2018, que el ecommerce del sector se había disparado en un 46% solo durante el año 2017. Un dato como este refleja, a las claras, la potencia de una actividad como esta en los momentos que corren.
Otro artículo, en este caso publicado en el diario El País, informaba de cómo compran moda las españolas. Según esta noticia, lo que hoy prima es ahorrar tiempo y dinero. Y eso explica la apuesta que se viene haciendo en lo que tiene que ver con el ecommerce en España. Esto ha supuesto un cambio en lo que respecta a la tendencia de las consumidoras en España. Y lo decimos en femenino, sí, porque son ellas las que han propiciado ese cambio en una mayor proporción. Y es que, en efecto, es evidente que ellas tienen una gran parte de la culpa de la evolución de este modelo de negocio en los últimos años.
El comercio electrónico ha revolucionado de un modo total el comercio dedicado a la venta de ropa, en general. Pero ha habido un subsector de este campo que ha encontrado en Internet la manera perfecta de desarrollarse todavía en una mayor medida. No es otro que el que tiene que ver con la ropa femenina. Así nos lo han contado desde HHG, una entidad dedicada a la venta de ropa de mujer al por mayor y cuyos profesionales nos han comentado que, de un tiempo a esta parte, ha crecido el número de negocios minoristas que confían en la red para adquirir el tipo de productos ideales para su modelo de negocio. Pero ocurre lo mismo con la moda interior, pues en Lenceria Paqui nos corroboran que en su tienda online ha pasado exactamente lo mismo.
Una tendencia que sigue al alza
La idoneidad de este tipo de negocio en la red, sumado al momento económico expansivo en el que parece que nos encontramos, ha provocado que sean muchos los comercios de ropa que estén viviendo uno de los mejores momentos de su historia. Y eso se está notando en los datos que nos está dejando el sector, que son los mejores en años y que tiene pinta de que se van a seguir manteniendo durante, al menos, un tiempo más.
Son muchos los negocios que se han visto beneficiados de todo lo que venimos hablando hasta el momento. Desde luego, no cabe la menor duda de que, gracias al comercio electrónico, muchas tiendas han encontrado la manera de darse a conocer ante un público al que, de otro modo, no tendrían acceso de ninguna de las maneras. Y es que está claro que la red es un elemento de una utilidad tremenda en lo que a negocio e imagen se refiere. A nadie le cabe duda alguna al respecto.
De cara a los años que están por venir, es evidente que tenemos que tener en cuenta que Internet va a seguir siendo un medio de lo más eficaz para tratar de mantenerse vivo en lo que al negocio de la moda respecta. Aunque los datos avalan la actividad de las empresas de este sector, está claro que nadie puede relajarse. Cada día hay una mayor competencia y eso se puede traducir en problemas de primera magnitud si la situación económica empieza a fallar de nuevo, como ya hiciera en el año 2008.