El deporte es bueno para la salud

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Lo sabemos. Es una realidad palpable. El cuerpo, necesita ejercitarse para no oxidarse. Cuanto más en forma se encuentre nuestra carrocería, mejor salud tendremos. Practicar ejercicio y deporte de forma regular es algo vital para organismo, el bienestar físico y la salud mental, encuentran un equilibrio durante la práctica deportiva. Los factores que hacen que el deporte sea esencial en nuestro día a día, son numerosos. Desde la prevención de enfermedades hasta sentirnos agusto con nuestro cuerpo, pasando por el bienestar emocional que conlleva.

Tanto el ser humano como el resto de animales, necesitan mantener un nivel de actividad física adecuado a lo largo de la vida. Reconocer esta necesidad y solventarla, como parte de una vida sana es primordial para no caer en el perjudicial sedentarismo.

Mantener una vida activa a nivel deportivo, conlleva una mejora en el sistema cardiovascular, un mejor control sobre los índices glucémicos y se mejora la movilidad, entre otros aspectos. A su vez, favorece una mejora a nivel físico y mental de la persona. Solo hay que tener en cuenta que, para cada persona, existe una actividad, es decir, no todo el mundo puede realizar el mismo tipo de deporte y con la misma intensidad, cuestiones como la edad, las características propias de cada persona o las enfermedades que pueda padecer.

Sin embargo, el deporte actúa de manera integral y transversal sobre todos aquellos que lo practican. En primer lugar, repercute de forma notable en el plano físico: ejercita fuerza muscular, habilidad motora, capacidad cardiovascular, etc. En segundo plano, genera un impacto positivo en el equilibrio mental y emocional, debido a la liberación por parte del organismo de hormonas como la serotonina, la dopamina o las endorfinas. Estas actúan proporcionando felicidad y disminuyendo el estrés o la ansiedad.

Cabe señalar la repercusión de la actividad física sobre la concentración y el rendimiento académico, sobre los que influye directamente.

Algo que hay que tener en cuenta, antes de ponerse a practicar cualquier deporte, es disponer de la equipación adecuada, como nos comentan desde Compra Deporte, expertos en ropa y equipación deportiva. Es fundamental que, a la hora de realizar ejercicio, el atuendo sea acorde con el deporte a practicar. En algunos casos, la importancia es tal que una mala equipación, puede acarrear lesiones. Por otro lado, no esta de más solicitar una valoración médica para adaptar la práctica del deporte en cuestión, a la edad, el peso y la condición física particular.

Ejercitando la salud mental

Salud y deporte son dos conceptos que se relacionan de manera intima e inevitable y, cuyos beneficios en el plano psicológico, son un factor a tener en cuenta. Hacer ejercicio físico de forma regular, conlleva implícitas las siguientes ventajas a nivel psicológico:

  • Gracias al deporte, se aumenta la autoestima. El deporte ayuda a que nos sintamos mejor con nosotros y nosotras mismas. Nos permite incluso trabajar en línea con una meta y mejorar nuestra autopercepción. Algo fundamental para tener una buena relación con nosotros y nosotras mismas.
  • Debido a la liberación de hormonas como la dopamina o las endorfinas, notamos una mejora en nuestro bienestar general. Tras realizar ejercicio es fácil sentirse mucho mejor.
  • Es un reductor del estrés o la ansiedad por dos razones: libera tensiones musculares y distrae de preocupaciones.
  • Procura una mayor facilidad a la hora de conciliar el sueño. Al ejercitar el cuerpo, se combate el insomnio, logrando un mayor descanso.
  • El impacto que ejerce sobre las neuronas, estimula la atención de los deportistas, logrando un incremento en la concentración.
  • Practicar deporte, ayuda a la autorregulación, de forma que se reducen emociones negativas como la ira, la depresión, la agresividad o el malestar.
  • Al ejercitar el cuerpo, se ejercita la mente y se incrementa el rendimiento cerebral. El deporte, favorece la producción de conexiones más efectivas entre las neuronas, evitando el deterioro de la memoria y proporcionando un aprendizaje más rápido y ágil.

Es inevitable. Si ejercitas el cuerpo, ejercitas la mente y mantienes la salud mental en condiciones más favorables. Ya lo decían en la antigua Roma “Mens sana in corpore sano”.

A nivel físico, los beneficios más destacables son la mejora de la postura corporal que evita o disminuye esos molestos dolores de cuello, espalda, etc. Se incrementa la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones, factor que reduce el riesgo de lesiones. Mantiene activo el sistema inmune, ayudando en la prevención de enfermedades y diferentes patologías y fortalece los músculos y la densidad ósea.

Si vamos un paso más allá, observamos como la práctica de una rutina deportiva adecuada, ayuda y beneficia al organismo a niveles cardíacos, pulmonares, óseos y digestivos. En primer lugar, reduce el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y cerebrovasculares. Los deportes aeróbicos como correr, bicicleta, bailar, etc., son los grandes aliados del corazón y el sistema circulatorio. Disminuye la presión arterial y fortalece el corazón, procurando un bombeo de sangre con menor esfuerzo. Eso implica, una reducción de la presión arterial.

Favorece a su vez la eliminación del colesterol “malo” y la producción del colesterol “bueno”. Al fortalecerse los huesos y la masa muscular, se previene la aparición de osteoporosis.

Al mejorar la capacidad respiratoria, fortalece el organismo y disminuye la posibilidad de padecer patologías respiratorias. Para el aparato digestivo, entrenar ayuda a aumentar el metabolismo y acelerar los procesos de digestión. Se evita la sensación de pesadez estomacal y se reducen las posibilidades de sufrir estreñimiento, favoreciendo el tránsito intestinal.

A cada edad, su necesidad

Como ya hemos señalado, cada persona tiene unas necesidades deportivas diferentes. Ni a todo el mundo le gusta practicar el mismo ejercicio ni todos persiguen la misma finalidad. No es lo mismo un deportista de elite que un aficionado, ni un niño de diez años que un adulto de treinta. A cada uno lo suyo, no solo es sentido común, también lo establece así la OMS, que propone una serie de recomendaciones en lo que a actividad física respecta en función de los siguientes grupos de edad:

  • Jóvenes de cinco a diecisiete años. Para los niños y jóvenes, las actividades físicas deben incluir juegos en familia y en el colegio. Actividades al aire libre y clases de gimnasia para mejorar la salud muscular y ósea. Se aconseja que en este rango de edad, se realicen como mínimo sesenta minutos diarios de actividad física vigorosa como correr, saltar, deportes de equipo, etc. En su mayoría debe ser aeróbica y al menos tres veces por semana, dirigida a reforzar músculos y huesos.
  • Adultos de dieciocho a sesenta y cuatro años. En este rango de edad, la actividad física debe ser realizada en actividades recreativas o de ocio como paseos a pie o en bicicleta, juegos, deportes o ejercicios programados. Es indispensable mantener un nivel de ejercicio adecuado para mejorar el estado muscular y óseo.

Se recomienda que se practiquen ciento cincuenta minutos semanales de actividad aeróbica de intensidad moderada y setenta y cinco de una actividad aeróbica vigorosa a la semana, o una combinación de ambas.

  • Adultos mayores de sesenta y cinco años, deben por igual realizar actividades recreativas o de ocio como pasear, actividades ocupacionales que ayuden a mantener la mente despierta como juegos, deportes programados, etc. Se debe realizar ejercicio que ayude a mantener tanto la actividad física como la mental y evitar el deterioro cognitivo. Es necesario en este caso, estimular toda la musculatura para evitar la pérdida de masa muscular.

En cuanto a los deportes más recomendados, volvemos al mismo punto: depender de la persona, su edad y su estado físico. Si bien se recomienda que los niños realicen deporte a diario, generalmente anaeróbico, es importante que practiquen ejercicios en los que se corra y salte como parte del mismo. Para esto, son muy interesantes los deportes de equipo que ayudan a que se desarrollen tanto a nivel físico como psicológico y mental, al tiempo que aprenden lo que es el trabajo en equipo.

Para los adultos, los deportes más recomendados son la carrera, natación, pilates, aerobic y deportes en equipo. Las personas que no corren, deben comenzar su andadura deportiva de forma moderada y progresiva para ir aumentando el tiempo y la intensidad.

En el caso de los más mayores, es suficiente con que incluyan en su rutina diaria practicas como la natación, el taichi o gimnasia adaptada. Sin olvidar la importancia de caminar todos los días, al menos una hora para mantener la forma física y mental.

A modo de conclusión, ya sabemos que el deporte es salud. No hemos descubierto nada nuevo. Hay que hacer ejercicio de forma regular para mantener a punto el organismo. Practicar un deporte que sea coherente con nuestras capacidades, fortalezas y debilidades, es la mejor forma de que no se trate de una obligación, si no de algo que queremos hacer para lograr unos objetivos. A veces cuesta empezar, pero todo es ponerse y al final, lo que resulta más difícil, es saltarse un día de entrenamiento. Establecer una buena rutina y llevarla a cabo, es el mejor remedio para gozar de una buena salud, física, psicológica y emocional.

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