La ciencia evoluciona de manos de la tecnología. El sector industrial, sigue el mismo camino. La sanidad ha encontrado un gran aliado en las nuevas tecnologías. Así podemos seguir con prácticamente todos los ámbitos y sectores profesionales. Mientras la digitalización va ganando terreno en todos los sentidos, algunos profesionales, se resisten al cambio o, pueden permitirse el lujo de permanecer en la era analógica, debido a que su labor, no esta sujeta a cambios. Por ahora.
Si buscamos alguna profesión que presuma de atemporalidad podemos pensar en los oficios, agricultores, albañiles, fontaneros, el sector de la hostelería… en la mayoría de ellos, la presencia de la tecnología pasa por ser un soporte, una ayuda para realizar sus labores cotidianas, minimizando el esfuerzo. Cabe señalar, no obstante que, en muchas ocasiones, hay maquinas haciendo el trabajo de las personas.
Ahora bien, vayamos a profesiones que pueden parecer abocadas a permanecer al margen de la digitalización. En ese sesgo, encontramos un perfil profesional concreto como el del abogado, el derecho puede parecer ajeno a la tecnología. Sin embargo, en los últimos años, el perfil del abogado que conocíamos ha ido evolucionando. Nuestro amigo y colaborador, el abogado Pablo Antolín Huelin, con una larga trayectoria en diferentes ramas de la abogacía como el derecho civil y penal o las herencias y sucesiones, nos ha hablado de ese nuevo perfil dentro de la abogacía: el abogado tecnológico.
El concepto, puede sonar a un abogado digital, a modo de Alexa, Siri o el ChatGTP. Nada más lejos de la realidad. Si se trata del abogado del futuro, puesto que, en el futuro, la inmensa mayoría de los abogados, por no decir todos, están abocados a tener conocimientos sobre esta rama tan novedosa del derecho.
En la actualidad, internet y las nuevas tecnologías han constituido la revolución digital en la que vivimos inmersos. Trastocando de forma importante todos los ámbitos de la vida.
El manejo de la información que incumbe a los datos de la información que se lleva a cabo continuamente a través de las diferentes plataformas digitales, ha conllevado la necesidad de contar con abogados especializados en cuestiones digitales y nuevas tecnologías. De esta manera, es posible dar forma legal a cualquiera de los problemas que se pueden presentar en el desarrollo tecnológico y digital de cada negocio o, incluso de las personas.
En que consiste el derecho tecnológico
Como decimos, internet y las nuevas tecnologías de la información han logrado entrar en prácticamente todos los sectores y ámbitos de nuestra sociedad. Abarcando desde la comunicación hasta los negocios, ha generado una serie de desafíos a nivel legal que, no podían caer en un vacío. De esta manera y para garantizar los derechos de ciudadanos y empresas dentro del cibermundo, se han creado y desarrollado nuevos marcos jurídicos que permiten regular desde la propiedad intelectual hasta el ecommerce, la protección de datos y el derecho a la intimidad. Cuestiones trastocadas desde la revolución digital. La figura del abogado especialista en derecho digital, surge de una necesidad acuciante para preservar los derechos de la sociedad.
No hay sector que se libre de tener que adaptarse a la tecnología y el mundo online. El derecho, ha terminado por caer en el juego de las tecnologías y ha tenido que adaptarse al uso de las mismas. Tal ha sido la necesidad que ya se ha creado una rama especializada denominada Derecho Tecnológico, Informático y Digital. Esta rama del derecho, se aplica a todas las operaciones jurídicas, comerciales y personales en las que se vea implicado el uso de medios tecnológicos. Independientemente del medio del que se trate, ordenadores, móviles, internet o cualquier otro dispositivo o tecnología avanzada, se hayan al amparo de esta rama.
En consecuencia, el Derecho Tecnológico, abarca desde todo tipo de delitos penales como la suplantación de identidad online o el ciberacoso, hasta aspectos relacionados con el Derecho Laboral, entre los que podemos destacar la normativa del teletrabajo o el uso de las herramientas informáticas dentro del entorno laboral, o asuntos relativos al Derecho Mercantil, como pueden ser contratos electrónicos o la normativa de aplicación al ecommerce.
Mientras que hace unos años, las acciones delictivas llevadas a cabo en la red, podían permanecer impunes a la justicia, actualmente, la ley ampara a las víctimas y las protege legalmente. Tanto a nivel judicial como de seguridad, la implicación de las administraciones competentes como puede ser la justicia y las fuerzas del estado, cuentan con el marco de acción y legal pertinente para poder desarrollar sus funciones en asuntos ilegales relacionados con las tecnologías.
Esto constituye un gran avance dentro de una sociedad cada vez más digitalizada en la que la ciberdelincuencia, esta cada vez más presente. Nadie esta exento de ser victima en la red, sea por estafa, acoso o delitos de mayor gravedad. Ahora pueden investigarse esos delitos con la seguridad de que la ley, hará su trabajo y los abogados, están preparados para enfrentarse a los problemas legales, derivados de las acciones delictivas.
Competencias de un abogado digital
Un abogado penalista, tiene su campo de acción en todos los delitos penados por el Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Un abogado civil, se encarga de los asuntos relacionados con los derechos de las personas, obligaciones, contratos, etc. Uno laboralista, esta especializado en asuntos laborales, asegurando que las empresas, organismos e instituciones, cumplan la ley en materia laboral.
Existen diversas ramas del derecho, como las citadas y otras tantas, por lo que podemos deducir que un abogado digital, tiene una serie de competencias dentro del ámbito del mundo digital y todo lo que con el se vincula.
Siendo sus principales áreas de actuación la ciberseguridad e investigación de los delitos informáticos; la protección de los datos personales y el derecho a la intimidad; la mediación en las relaciones comerciales online; y la protección del patrimonio digital.
A día de hoy, el cibercrimen, representa uno de los principales y mayores riesgos que corren las personas y empresas. Las pérdidas económicas y los daños personales a causa de este tipo de delitos, pueden ser cuantiosas y considerables. La legislación española, recoge actualmente diferentes tipos de delitos cibernéticos que quedan encomendados a los abogados especialistas en la materia.
Se consideran delitos dentro de esta categoría el acceso e interceptación ilícita de información, interferencia en los datos y el sistema informático, la falsificación y fraude telemático, los delitos de carácter sexual como el sexting, las amenazas y coacciones a través de las tecnologías de la comunicación como el ciberacoso, etc.
Dentro de su campo de acción, los abogados digitales, se encargan de todo lo relacionado con la protección de los datos que los usuarios, proporcionan a través de la red. En este sentido, su tarea, consiste en que las empresas tecnológicas no violen el derecho a la intimidad de los usuarios y respeten su derecho al olvido, el honor y la imagen.
A su vez, puede encargarse de asesorar a las empresas para que cumplan la normativa de protección de datos de carácter personal que sea de aplicación en el territorio nacional y europeo, como puede ser el Reglamento General de Proteccion de Datos y la Ley de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales, con la finalidad de evitar las cuantiosas multas derivadas de su incumplimiento.
Su presencia cobra cada vez mayor relevancia en las relaciones comerciales que se establecen a través del canal online. En este caso, no solo se encarga de la redacción de los textos legales, también puede supervisar las nuevas formas de acuerdos, los contratos online, los contratos inteligentes y los criptoactivos.
Un abogado especializado en Derecho Digital, puede ejercer de mediador en casos de competencia desleal online y supervisar los términos estipulados en los acuerdos o registros con otras empresas de software. Así mismo, están facultados para asesorar a las empresas tecnológicas o aquellas que quieran abrir un negocio en la red, teniendo en cuenta la jurisdicción que sea de aplicación en internet y las normas de tributación digital vigentes.
Para finalizar, comentar su potestad en la protección del patrimonio digital. Actualmente, gran parte del valor que poseen las empresas, reside en las marcas, derechos de autor o licencias de uso. La figura del abogado digital, es esencial a la hora de proteger los derechos de las empresas y preservar sus activos digitales.
Estos profesionales de la abogacía, especializados en todo lo relativo a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, son los encargados de proteger los derechos intelectuales de sus clientes, para que otros usuarios no puedan utilizar de forma indiscriminada los contenidos en la red. Serán los mediadores en caso de conflicto por la utilización indebida de las marcas y harán valer los derechos de autor o de la propiedad intelectual frente a los sitios de descarga ilícita de contenidos. Acciones cotidianas que, en realidad, constituyen un delito y no deberían quedar impunes ante la ley.
En conclusión, podemos afirmar que nada, ni nadie, escapa a la revolución digital. Antes o después, cada sector o ámbito, se ve en la necesidad de dar un paso más. Ahora, sabemos que, en el cibermundo, también existen los derechos.